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Introducción

En 1967, el Museo de Arte Moderno de Nueva York pidió a la Asociación EAT (Experimentos en Arte y Tecnología) la colaboración en una extensión de una exposición mayor denominada “The Machine”. Una de las piezas ganadoras, creada por el artista León D. Harmon y el ingeniero Kenneth C. Knowlton, consistía en la fotografía de un desnudo procesada por ordenador. El catálogo de la exposición contenía además una acotación atribuida a Jafia Reichardt: «Las posibilidades del ordenador como herramienta creativa cambiarán poco los idiomas del arte, que se basan, en primer término, en un diálogo entre los artistas, sus ideas y el cuadro. Sin embargo, el ordenador incrementa el alcance del arte y contribuirá a su diversidad».

No cabe duda que los avances tecnológicos, y el ordenador como mayor exponente de estos, copan cada vez con más frecuencia las áreas en las que el ser humano había tenido tradicionalmente un protagonismo casi exclusivo. El arte no deja de verse afectado por este hecho, y los artistas empiezan a asimilar masivamente las nuevas tecnologías como un medio versátil y potentísimo para generar su obra.

El arte es una forma de comunicación, para lo cual el artista emplea un lenguaje, bien propio —dotando a su obra de conceptos personalizados— y/o asimilado, de acuerdo a técnicas y procedimientos establecidos. En ambos casos se genera una información que pasa del artista al medio a través de unas herramientas específicas (lápices, cinceles...), en función del resultado que se desee obtener (cuadro, escultura...) El ordenador, ideado precisamente para tareas de tratamiento de información de forma flexible, se ha venido especializando en los últimos años en suplir estas herramientas o, cuando menos, en ayudar al artista en su trabajo de creación más directo, previo a la realización de la obra.

No es extraño tampoco, ni novedoso, que los creadores se interesen por nuevas vías para la consecución de sus trabajos. No hace mucho que el dominio del artista incluía el conocimiento de la metalurgia, la alfarería, la arquitectura... y que los avances tecnológicos como el horno, la imprenta de tipos móviles, las pinturas al óleo y la fotografía causaron un gran impacto en el mundo de las artes plásticas suponiendo verdaderas revoluciones para la comunidad artística.