En una pequeña taberna, cuya suave luz de las velas proporcionaba un cálido refugio del mundo exterior, Luna, una vendedora ambulante, se encontraba sentada en una esquina, visiblemente agotada. Su rostro reflejaba no solo la fatiga de semanas recorriendo las ciudades cercanas del reino, sino también la preocupación que la carcomía desde hace tiempo. Luna, con la mirada perdida en el poso de su bebida, se preguntaba cómo podría hacer para recorrer todas las ciudades en menos tiempo, cómo mejorar su viaje de tal manera que le permitiera vender sus productos de manera más eficiente. El peso de la incertidumbre y el cansancio la habían alcanzado.
Mientras Luna tomaba un trago de cerveza, un hombre con aspecto de erudito se acercó a ella. Era Leonhard, un matemático reconocido en la región por su ingenio y sabiduría. Leonhard notó la expresión preocupada de Luna, se sentó junto a ella y comenzó a conversar con tono amable.
"Veo que estás preocupada, amiga. ¿Qué te trae por aquí?"
"¡Oh, buen hombre! Me siento exhausta y desesperada. He estado viajando de ciudad en ciudad vendiendo mis productos, pero me toma mucho tiempo recorrerlas todas, y ni siquiera sé por dónde comenzar a planificar mi ruta."
Leonhard asintió con comprensión y se tomó un momento para explicar la complejidad del desafío que Luna enfrentaba.
"Comprendo tu dilema, Luna. El viajar de ciudad en ciudad, tratando de encontrar la ruta más eficiente para optimizar tu tiempo es un problema complicado. Incluso los matemáticos han luchado con problemas similares durante mucho tiempo. En esencia, lo que buscas es un equilibrio perfecto entre visitar todas las ciudades sin gastar más tiempo del necesario."
Luna, aunque no entendía todos los detalles matemáticos, captó la idea de que su deseo de optimizar su ruta no era tarea fácil.
En ese momento, otro hombre se unió a la conversación. Era Mariano, un cartógrafo que había estado escuchando con atención la conversación de Luna y Leonhard. Al escuchar los desafíos del problema y las preocupaciones de Luna, Mariano sugirió una idea innovadora.
"Me disculpo por entrometerme, pero puedo ver que estáis en un aprieto. Si lo que deseas es encontrar una solución que te permita recorrer las ciudades de manera más eficiente, quizás haya una solución más accesible", dijo Mariano con una sonrisa.
"¿De veras? Por favor, ¡cuentame más!", dijo Luna llena de esperanza.
Mariano tomó una servilleta y comenzó a dibujar un diagrama simple en la mesa para explicar mejor su idea. Dibujó puntos dispersos que representaban las ciudades del reino y conectó líneas entre ellas de manera que cada ciudad quedara dentro de un área cerrada.
"En lugar de abordar el problema de visitar todas las ciudades en una sola ruta, podríamos dividir el reino en regiones basadas en la proximidad de las ciudades", explicó Mariano mientras señalaba las áreas cerradas en su dibujo. "Así podríamos encontrar rutas eficientes dentro de cada región, y al final, conectarlas para completar el recorrido."
Luna comenzó a ver la idea más claramente. "Entonces, ¿estás diciendo que podríamos dividir el viaje en partes más pequeñas, resolver cada parte de manera eficiente y luego unirlas todas al final?"
Exactamente", respondió Mariano. "Es como resolver varios pequeños rompecabezas en lugar de uno grande y complicado. Esto podría ayudarte a ahorrar tiempo y energía en tu viaje."
Luna sintió un rayo de esperanza al escuchar la sugerencia de Mariano. La idea de dividir su viaje en partes más manejables y resolver cada región de manera eficiente le pareció muy sensata. Agradeció a Mariano por su consejo y se sintió inspirada para comenzar a planificar su ruta de esta manera.
Con la colaboración de Leonhard y Mariano, Luna pudo dividir su desafiante viaje de ventas en un conjunto de regiones más manejables. Utilizando las habilidades cartográficas de Mariano, identificaron las ciudades cercanas entre sí y crearon una serie de rutas eficientes dentro de cada región. Leonhard aplicó sus conocimientos matemáticos para calcular las distancias y los tiempos aproximados de viaje, lo que ayudó a Luna a planificar su agenda de manera más efectiva.
A medida que avanzaban en la planificación, Luna se sintió más confiada y menos agobiada por la tarea de visitar todas las ciudades. Además, la colaboración entre los tres amigos hizo que el proceso fuera más rápido y más preciso.
Finalmente, Luna comenzó a implementar su nuevo enfoque de viaje. Siguiendo las rutas eficientes diseñadas por Mariano y calculadas por Leonhard, pudo visitar las ciudades de manera más efectiva y optimizar su tiempo de venta. A medida que avanzaban las semanas, Luna notó una notable mejora en sus ventas y una reducción significativa en el tiempo que le llevaba cubrir todas las ciudades del reino.